Pasé mucho tiempo recogiendo pedazos
que un día cayeron esparcidos por toda la habitación
dejándola totalmente a oscuras...
Hasta que,
con mucho esfuerzo,
una sonrisa dibujó mi cara
Autora: Ana Córdoba del Campo
Tengo veintisiete años,
miles de historias pasadas
y vivo en una montaña rusa constante
de emociones.
Tengo mi casa llena de plantas...
que me acompañan día a día
y me dieron la fuerza necesaria
en mi peor momento.
Y una familia estupenda
de sangre y roce.
y una última lágrima corrió graciosa por mis mejillas.
Le juré que sería la última vez
que yo me quitaba importancia
y ella se despidió
junto a mi mano
que la espero
para secarla.
Escribo para curar mi alma
y la tuya.