Macarena es enfermera. Tras haber pasado por otros tantos destinos es contratada en el hospital comarcal de Miranda de Ebro.
Cuando una compañera la pide un cambio de turno no puede negarle el favor y la sustituye en Urgencias. La tarde transcurría tranquila hasta que una llamada telefónica les alerta de un terrible accidente. Dos ambulancias trasladan a las víctimas hasta el hospital y Maca, no pudiendo soportar la escena, entra en shock y tiene que ser atendida por sus compañeros. Aquella hilera de figuras inertes le hace rememorar otro desagradable episodio, motivo por el cual siente cómo su cuerpo se queda paralizado y su mente nublada hasta el extremo de caer desplomada.